Hola a todos,
Hoy os quiero hablar de un libro que he leído hace poco, y que me ha encantado.
El libro es de Julia Navarro y se titula "Dispara, yo ya estoy muerto".
Me imagino que habréis oído hablar, leído, o visto este libro en alguna librería, porque es uno de esas novelas de las que lleva un tiempo hablándose.
En esta ocasión he buscado imágenes en Internet para poder ilustrar de lo que trata este libro, y esta de arriba es la imagen que mejor lo expresa. La eterna confrontación entre árabes y judíos.
El libro, que tiene 912 páginas, te hace pasar por todas las emociones que podemos sentir: amor, amistad, lealtad, complicidad, odio, tristeza, alegría, dolor, desesperación.. etc..
Os voy a dejar como siempre la sinopsis que saco de Internet, y luego os lo cuento a mi manera:
"Dispara, yo ya estoy muerto, de Julia Navarro, es la apasionante historia de dos familias que persiguen sus sueños, y luchan por sobreponerse a su propio destino. Una intensa y emocionada crónica de una saga familiar que ahonda en el vértigo de la condición humana al tiempo que propone una conmovedora reivindicación de que por encima de las patrias están las personas. Julia Navarro propone una ambiciosa novela de personajes, donde sus vidas se entrelazan con momentos clave de la historia; Varsovia, San Petersburgo, Jerusalén, París... son algunos de los escenarios de esta novela que , desde su enigmático título hasta su sorprendente final, esconde más de un misterio, mucha aventura y emociones a flor de piel. Hay momentos en la vida en los que la única manera de salvarse a uno mismo es muriendo o matando... Marian Miller, cooperante de una ONG, debe realizar un informe sobre los asentamientos ilegales de los judíos en territorio palestino. Para ello pretende recoger las versiones de ambos lados, una decisión que la llevará a citarse en Jerusalén con Ezequiel Zucker, un anciano que tiene, como tantas personas, muchas cosas que contar e incluso, algún secreto que ocultar... Así, como si se tratara de un enorme puzzle en el que encajar muchas y complejas piezas, el viejo Ezequiel le irá relatando la historia de su familia, mientras ella le ofrecerá la versión árabe"
Esta sinopsis la he sacado de la Casa del libro y me parece bastante general, pero bueno, para saber un poco de qué va si que sirve. Os cuento un poco la mía.
El libro empieza con esa frase que nos cuenta la sinopsis anterior "Hay momentos en la vida en los que la única manera de salvarse uno mismo es muriendo o matando..." La frase es triste pero tiene su verdad, por lo menos en este caso del que trata el libro. Esa frase se repite varias veces a lo largo de la lectura, y la segunda vez que la dicen (como digo la primera es en la página uno) yo dije, "Esta frase ya la han dicho... " y miré al principio y la encontré, y de hecho entendí parte de lo que luego sucede en el libro, bueno sobre todo de la relación de los personajes.
Marian Miller, cooperante de una ONG, y en este caso encargada de hacer un informe sobre los asentamientos judíos en Palestina, pide entrevistarse con Aarón Zucker, pero cuando llega a su casa no está y ella empieza a entablar un conversación con su padre, Ezequiel Zucker, en la actual ciudad de Jerusalén.
Cuando empiezan ha hablar, Marian le echa en cara a Ezequiel que su hijo esté supuestamente de acuerdo con los asentamientos ilegales que se están produciendo en Palestina de manos de los judíos. Ezequiel intenta explicarle a la mujer que no todo es como parece, y para que entienda, comienza a contarle la historia de su familia.
A partir de aquí, la autora nos va a contar las historias de las dos partes, a través de los puntos de vista de unos y otros, entrelazándose así sus vidas.
Esta historia empieza hablando de Isaac, abuelo de Ezequiel, que se dedicaba a viajar por Europa vendiendo pieles rusas a los peleteros, y cuyo suegro residía en París, ciudad a la que viajaban muy a menudo para sus negocios. A la vuelta a casa (Varsovia) de uno de esos viajes, y acompañado de su hijo Samuel, se encuentran cómo su casa ha sido destrozada y su familia asesinada, por culpa de los "pogromos" que estaban sucediendo en Rusia.
"Era tal el dolor, la conmoción que sufrieron al escuchar el relato del vecino, que en ese instante no derramaron ni una sola lágrima. Samuel agarró con fuerza el brazo de su padre, apoyándose en él, conteniendo las náuseas. No podían moverse ni decir nada, sentían que les habían arrancado el alma."
En este momento en el libro, una de las frases que más me impactó, dicha por el entonces Samuel niño:
"Es malo ser judío. Por eso han matado a madre, y a Anna, y a Friede, y a la abuela. Yo no quiero ser judío, ni tampoco quiero que lo seas tú: si no lo somos, nos matarán. Padre, ¿cómo se puede dejar de ser judío? ¿qué podemos hacer para dejar de ser judíos y que los demás lo sepan?"
Muy duro. Un niño normalmente hace suposiciones con lo que ve, y en ese momento Samuel niño lo que ve es eso tal cual. Quiere dejar de ser judío porque si no lo matarán como han hecho con su familia, pero no basta con dejar de serlo, además los demás tienen que saberlo.
Isaac y Samuel, solos los dos en el mundo, y desolados por lo que han encontrado en su hogar, deciden que no pueden quedarse allí y toman rumbo a San Petersburgo, donde van a intentar probar suerte, poniéndose en contacto con un amigo del abuelo.
Este amigo químico y aristócrata, les permite conseguir la residencia en San Petersburgo y alli y empiezan una nueva vida, que tampoco va a ser fácil.
Llega un momento del libro (tampoco os voy a contar todo porque si no no tiene emoción y porque no acabaría...) que Samuel adulto decide marchar a Jerusalén, siguiendo la frase que su padre muchas veces decía "Al año que viene nos vemos en Jerusalén", como un mantra que se repite, a la espera de que algún día se cumpla para poder regresar a la que consideran su patria, Jerusalén.
Allí conocerá a la familia Ziad, una familia árabe que él sentirá como suya, y con la que se forjará una gran amistad, que durará generaciones y que solo se tambaleará cuando se cumpla esa frase del principio "Hay momentos en la vida en los que la única manera de salvarse uno mismo es muriendo o matando..."
A partir de ahí, todos conocemos la de años que unos y otros llevan sufriendo los enfrentamientos en esas tierras, simplemente con ver la tele lo sabemos. He leído que igual la gente que sabe más sobre el conflicto judío-palestino le ha gustado menos el libro que a la mayoría que conocemos poco más de lo que sale en la tele lo básico, personas como yo, que hemos descubierto muchas cosas que no sabíamos.
La autora, en mi opinión, intenta ser neutral, y va contando la historia desde el punto de vista de unos y de otros. Ser neutral en una guerra así es difícil porque en realidad, ¿podemos saber quien tiene más o menos razón?
Por un lado los árabes vivían en esa tierra, y de repente se instalan allí los judíos, y cuando se dan cuenta se crea el estado de Israel, y entregan el país a los judíos, con lo que los árabes se queda sin el que ellos consideraban su hogar.
Por otro lado, los judíos, expulsados desde siempre de todos lados, y que nunca habían tenido una tierra a la que llamar hogar, empiezan a ir a Jerusalén porque la consideran su patria, y allí pretenden quedarse, ya que no tienen tampoco ningún otro lugar donde ir, sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial y con lo ocurrido en el Holocausto.
Lo que está claro es que historias de familias con una amistad tan profunda como los Ziad y los Zucker, se han tenido que terminar por todo lo que pasó, es muy triste. La amistad debería de estar por encima de muchas cosas, pero es cierto que en situaciones límite, a unos y a otros, aunque no fuera lo justo, tampoco les quedó mucho remedio si querían vivir y no ser considerados traidores y morir.
Muy injusto.
Así pues, aparte de una amistad muy fuerte a pesar de las circunstancias, este libro nos ofrece historias de amor imposibles, el volver a descubrir lo horribles que pueden ser las personas cuando nos cuentan la parte del Holocausto, lo fuerte que pueden ser unos ideales, y sobre todo, que hay problemas que tal vez por no dar el brazo a torcer, o buscar una solución en la que las dos partes por supuesto pierdan algo, se hace una bola tan tremenda que al final no se sabe ni por donde coger el problema...
No soy una persona que le guste mucho la historia, y tampoco me gusta enterarme de lo que cuentan los telediarios porque la mayoría de las veces cuentan desgracias.. por lo tanto, puede que alguna cosa de lo que hoy escribo en estas líneas, haya gente que piense que no tenga sentido, pero es mi opinión, sobre lo que se del tema, que como digo, tampoco es mucho....
Por último me quiero quedar con esta frase del libro, muy dura.
Y es que de verdad, va a llegar un momento en el que se den cuenta, si de verdad merece la pena tantos muertos que ha habido, hay, y los que quedan.
Soy una persona a la que le cuesta bastante olvidar, y podría entender que a veces nuestro orgullo y el rencor no nos deja pensar... Pero todo tiene un límite en mi opinión.
Y es que tal vez, esos que mandan, tenga que sentarse y pensar en estas nuevas generaciones que vienen... ¿tienen ellos que sufrir tanto por un pasado?
Espero no haber ofendido a nadie con mis palabras, o mis imágenes, como os he dicho, sacadas de internet. Solo quería dar mi opinión sobre este libro, y un poco más, como siempre hago, sacar una moraleja o algo que he aprendido del libro en cuestión.
Os lo recomiendo, sepáis más o menos sobre el tema, os gustara, y tal vez os haga recapacitar sobre ciertas cosas.
Sobre el final, he leído por ahí que no gusta mucho, bueno, tampoco se "produce" como tal el final, así que cada uno piense lo que quiera.. yo por mi parte pienso que tal vez Marian entendió muchas cosas...
Un saludo a todos.